por Alejandro Viovy
No los merma ni el frío, ni la lluvia, ni la noche, ni tampoco el cansancio. La convicción es clara: Cumplir 1800 horas corriendo alrededor del palacio de la Moneda en defensa de la educación pública chilena. Es increíble y asombroso lo que están haciendo estos jóvenes. Llevan alrededor de 800 horas corriendo alrededor del palacio de la Moneda.
Pressenza, Santiago de Chile. La iniciativa de desobediencia civil sorprendió positivamente a la ciudadanía chilena, que ha reconocido en este movimiento estudiantil, una nueva inspiración creativa que han asumido los estudiantes como forma de manifestación.
La idea surgió de un grupo de estudiantes de teatro de la Universidad de Chile que al no congeniar en una idea de protesta, de manera improvisada fueron a correr al palacio de gobierno. Fue así como esta decisión acaparó la atención de los santiaguinos, que al verlos correr con una bandera oscura que decía “Educación gratuita ahora”, los aplaudieron y les tocaron bocinazos espontáneos en señal de apoyo. Finalmente, estipularon cumplir como meta 1800 horas corriendo.
¿Por qué 1800 horas? Según un informe de la Universidad de Playa Ancha, considerando a 300.000 estudiantes en la educación superior tradicional, se necesitarían 1.800 millones de dólares para cubrir los costos, es decir, un tercio de lo que se está gastando en las fuerzas armadas.
Los jóvenes invitan a todos los chilenos que quieran expresarse a favor de la educación pública, no importando su edad, ni condición socioeconómica, a participar alegremente en lo que queda por correr. El 27 de agosto concluye la actividad.
La iniciativa se promueve a través de las redes sociales y hoy cuentan con más de 10.000 amigos en Facebook.
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