domingo, 5 de junio de 2011

LA OPINIÓN DE HUMBERTO MATURANA SOBRE LA PRIVATIZACIÓN DE SEMILLAS.


Los representantes que el pueblo chileno eligió para tomar decisiones y administrar el bienestar común en nombre de todos han tomado una decisión estrambótica; conceder propiedad y derechos exclusivos a unos pocos particulares sobre las semillas de vegetales alimenticios que son de todos. Las razones que se dan son tan extravagantes e insostenibles como la decisión misma.

Pressenza, Santiago de Chile. Humberto Maturana Romesín es uno de los biólogos y epistemólogo más destacados de Chile (sino el más). Es Doctor en biología de la universidad Harvard y sentó las bases de la biología del conocer. Además fue declarado doctor honoris causa de la universidad libre de Bruselas. En 1994 recibió el premio nacional de ciencias en chile, gracias a sus investigaciones en el campo de la percepción visual de los vertebrados y a sus planteamientos acerca de la teoría del conocimiento.
Hace unos días ha andado circulando por correo y redes sociales lo que este destacado académico opina sobre los transgénicos y la privatización de las semillas en Chile y creímos sumamente importante compartir su pensamiento con ustedes:
“Cuando se le preguntó a Humberto Maturana que se planteara respecto a la liberalización de cultivos transgénicos en nuestro país; esto es lo que el científico refirió:
“Pienso que lo peor que podemos hacer en un país es entregar nuestra autonomía a cualquier organismo, institución o empresa extrajera que inevitablemente operará buscando su propio beneficio a costa de nuestra dignidad, haciéndonos, ya sea de manera declarada o subrepticia, dependientes de ella. Lo más grave es que nos engañamos a nosotros mismos pensando en las posibles ventajas que una asociación de esa naturaleza podría entregarnos. Cuando perdemos la capacidad de producir nuestros alimentos, nuestros conocimientos, nuestra educación, nuestra capacidad de trabajo, perdemos la libertad de elegir lo que queremos y nos hacemos dependientes de la voluntad y deseos de otros. Yo no quiero esto. Frecuentemente decimos que los seres humanos somos seres racionales y que la razón debe guiar nuestras acciones. Pero no es así. Somos seres emocionales que usamos la racionalidad para justificar o negar nuestros deseos. Todo argumento racional, todo sistema racional se funda en premisas básicas no racionales aceptadas desde nuestros deseos, gustos, ganas o preferencias.
No debemos aceptar ninguna circunstancia que restrinja nuestra autonomía alimenticia haciéndonos de manera directa o indirecta dependientes de algún monopolio productivo empresarial cualquiera”.
Fuente: www.veoverde.com Por Aníbal Valenzuela - Periodista, Editor de VeoVerde

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