
por Víctor Rodríguez
En el Ateneo de Madrid, numerosas personas celebraron el 42º aniversario de “La curación del sufrimiento”, la arenga que Mario Rodríguez, Silo, pronunció en 1969 en Punta de Vacas, en los andes argentinos, y con la que se hacían públicas, por primera vez, las ideas que más tarde desarrollarían el siloísmo.
Pressenza, Madrid, España. Al comenzar el acto, el humanista Tito de Casas, que estuvo presente en la arenga del 69, contó cómo fue aquella experiencia y cómo todo lo que en aquel momento se transmitía eran “cosas muy básicas, algo muy novedoso, simple y de mucha profundidad. Era como una especie de `Canto a la Vida´ con mayúsculas”.
Luego, representantes de los cinco organismos surgidos del Movimiento Humanista expresaron de qué manera la obra de Silo había influido en su acción. Así, Mercedes Sanz, de Convergencia de las Culturas, enfatizó en la importancia que el autor siempre puso “en la necesidad de la convergencia de la diversidad humana”, mientras que Angel Pascual, de la Comunidad para el Desarrollo Humano, destacó “el enfoque social y existencial que Silo siempre transmitió en sus aportes”.
José Luis Álvarez, por su parte, habló de cómo, desde su fundación, el Partido Humanista siempre ha puesto énfasis en aquello que lo define como “algo más” que un partido, lo que para él “es la intención de conectar con la mística social para avanzar en un camino de evolución creciente”, mientras que, Angélica Soler, del Centro de Estudios Humanistas subrayó la importancia “de llevar los estudios a la vida cotidiana, y no conformarse con el ámbito académico”. Finalmente, Ana López, de Mundo sin Guerras quiso enfatizar la importancia del desarme y el “apoyo decidido que Silo dio a la Marcha Mundial por la Paz y la No Violencia” que finalizó a principios del 2010.
Tras estas intervenciones, los asistentes que lo quisieron leyeron fragmentos de la obra de Silo que, en algún momento de sus vidas, les habían servido de inspiración, y, finalmente, se proyectó el documental “El sabio de los andes”, que narra la historia del siloísmo, del humanismo y del Mensaje a lo largo de sus más de cuatro décadas de existencia.

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