
La Feria del libro de Bogotá es un buen pretexto para que Colombia descubra a un vecino al que no conoce bien: Ecuador, país invitado de honor que llegó con 34 autores, entre poetas, ensayistas y narradores de cuento y novela, 45 editoriales, y una muestra que incluye cine, música, joyas, cerámica, textiles y gastronomía.
Una delegación sin antecedentes en los 24 años que lleva la feria de la capital colombiana, considerada por los bibliófilos como la tercera más importante de América Latina, después de las de Buenos Aires, Argentina, y Guadalajara, México, con las que conforma un circuito que facilita el itinerario de algunos autores que concurren a promocionar sus más recientes obras.
Autor y político
Frente a los reparos de algunos sectores intelectuales que cuestionan la tradición de que la Feria del Libro de Bogotá la inaugure siempre el presidente de turno y no literatos, la dupla Juan Manuel Santos, de Colombia, y Rafael Correa, de Ecuador, resultó una alternativa novedosa, pues el mandatario ecuatoriano se presentó con un libro de su autoría debajo del brazo.
“Vine para presentar mi libro ’De banana republic a la no republica’, libro-denuncia, ilustrativo del saqueo y entreguismo en que vivió nuestra América durante la larga y triste noche neoliberal (…). Estamos orgullosos de representar al Ecuador en una feria internacional de libros, con libros, con ideas y propuestas, algunas tan importantes para el devenir del planeta como el proyecto Yasuní, que busca contribuir a la reducción de emisiones de carbono y a la conservación de la biodiversidad”, dijo ante un auditorio atiborrado que con frecuencia lo aplaudió.
Otro tanto ocurrió en la jornada vespertina durante un conversatorio en el que Correa alternó con la ex Canciller colombiana y Secretaria de Unasur, María Ema Mejía, y polemizó con el economista Salomón Kalmanovitz, a cerca de la autonomía de los bancos centrales. Son las relaciones de poder las que determinan al servicio de quiénes se aplican las fórmulas económicas, dijo. Criticó los tratados de libre comercio como supuesta fórmula salvadora, habló de “machismo económico” en el que se impone competir o morir, “pues la competencia se basa en la precarización de la mano de obra”, aseveró.
Dos caras
El novelista, ensayista y crítico literario Abdón Ubidia, habló de Ecuador como “metáfora de los países cuya literatura ha sido invisibilizada, no solo por motivos geográficos; es un país pequeño pero diverso”, comentó al referirse a que “tiene la mayor concentración de magabiodiversidad del mundo en ciertas zonas y también una multidiversidad cultural, al punto de que reza en su Constitución. De igual modo una bibliodiversidad que por desgracia ha quedado como encerrada en las fronteras patrias y no ha sido conocida a nivel mundial”.
Radio Nederland. ¿Por qué ese desconocimiento que hay en el entorno, y usted remarca, sobre la literatura ecuatoriana e, incluso, el potencial de su biodiversidad?
Abdón Ubidia. Es un misterio, pero puede ser que una de las razones tenga que ver con la condición de país pequeño. Creo que es una suerte de condena que nos invisibiliza. Por eso, el agradecimiento enorme por esta oportunidad que nos dan al ser invitados de honor. Es un gesto generoso de paz. Creo firmemente que si la guerra se mide en muertos, la paz se mide en libros.
El escritor recordó que Colombia y Ecuador restablecieron relaciones diplomáticas solo a fines del año pasado, después de dos años y medio de ruptura, determinada por Correa en respuesta al bombardeo, en marzo de 2008, de las fuerzas militares colombianas a un campamento clandestino de la guerrilla de las FARC, en el que cayó Raúl Reyes.
Intentando mirar la otra cara de la moneda, una pregunta similar al historiador y escritor colombiano, Enrique santos Molano:
Radio Nederland. ¿Por qué se desconoce e ignora a los ecuatorianos, siempre fue así?
Enrique Santos Molano. Nos ocurre lo mismo que en muchos edificios, donde los vecinos ni se saludan, ni tienen idea de quien vive al lado. No siempre fue así. En el Siglo XIX y primeras décadas del XX teníamos excelentes relaciones (y también, de vez en cuando, ásperos encontrones), pero en materia de literatura aquí nos llegaban las obras de Juan Montalvo, de Jorge Icaza, de Benjamín Carrión y de otros excelentes escritores de ese país, y allá nos leían también con mucho interés. Luego comenzamos a aislarnos y cada uno a reconcentrarse en sus predios interiores.
Radio Nederland. ¿Algún momento, episodio, que determinara esa hermandad recelosa entre Colombia y Ecuador?
Enrique Santos Molano. Hubo las micro guerras de 1846 y 1864, pero esos episodios no dejaron resquemores. No creo que haya una hermandad recelosa entre Colombia y Ecuador. Lo ocurrido en marzo de 2008 con el bombardeo al territorio ecuatoriano para cazar a Raúl Reyes provocó la ruptura de relaciones, pero el distanciamiento, desde que Rafael Correa asumió la presidencia de Ecuador, es más bien ideológico entre gobiernos que ahora se encuentran en polos contrarios y quizá, antagónicos. Sin embargo esas diferencias no han impedido que las relaciones se hayan restablecido y normalizado.
Radio Nederland. ¿Qué se han perdido los lectores colombianos por la poca difusión de la literatura ecuatoriana?
Enrique Santos Molano. De algunas buenas novelas y ensayos. "Entre Marx y una Mujer desnuda", de Jorge Enrique Adoum, es bien interesante. "Huasipungo" y "Huairapasmuscas", de Jorge Icaza nos enseñan a conocer la realidad indígena, no sólo de Ecuador sino de la región. Creo que valdrá la pena visitar el pabellón ecuatoriano para descubrir una literatura bastante movida y amena. Javier Vásconez es una muestra perfecta de la calidad de la literatura ecuatoriana contemporánea. Con su novela, "La Piel del Miedo", logra un estupendo trihller político, una novedosa narración, sobra decir que muy bien escrita.
Los otros
Ampliado a 18.000 metros cuadrados, el recinto ferial alberga este año a 500 expositores que ponen en oferta unos 115.000 títulos, de variadas temáticas.
Si bien la delegación de escritores ecuatorianos es la novedad, hay autores de casi todos los países iberoamericanos. En cuanto a los colombianos, despiertan interés Antonio Úngar, ganador del Premio Herralde de novela 2010, con “Tres ataúdes blancos”, y Juan Gabriel Vásquez, quien obtuvo el más reciente Premio Alfaguara con “El ruido de las cosas al caer”.
Dado el protagonismo de lo indígena en Ecuador, muchas de cuyas etnias tienen raíces comunes con las que habitan Colombia, parece adecuado que el Ministerio de Cultura y la Secretaría de Cultura de Bogotá, convocaran a ‘La Fiesta de las lenguas’, para congregar escritores, poetas, narradores y artistas de los pueblos ancestrales.
Fuente: Radio Nederland.

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