lunes, 30 de marzo de 2009
Culturas y espiritualidades se unen por la paz.
Musulmanes, judíos, católicos, pueblos originarios y otras tendencias espirituales convergieron en un pedido por la no-violencia mundial.
Por iniciativa de la organización Centro de las Culturas (CdC) de Argentina, se realizó el Primer Pedido Conjunto por la Paz y la No Violencia en un templo en la Ciudad de Buenos Aires, donde convergieron representantes del Movimiento Hare Krishna, la Religión Yorubá, El Mensaje de Silo, Musulmanes, Judíos, Católicos y Pueblos Originarios.
La jornada se realizó en el marco de una campaña internacional cuyo hito central es la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia, que recorrerá de octubre a enero próximo todo el globo. En el evento, las diversas culturas y espiritualidades expresaron sus valores y aspiraciones a través de lecturas, ceremonias, cantos, música y diversas explicaciones, concluyendo en un pedido conjunto en simultáneo.
Hernan Daulte, coordinador del Centro de las Culturas expresó: “Queremos crear conciencia sobre el peligro de las guerras, la amenaza del armamento nuclear y sobre todos los factores que generan una violencia creciente.” Y afirmó que a través de este tipo de acciones aspiran a “mejorar el mundo y mejorarnos a nosotros mismos”.
Los organizadores creen que las diferencias en las creencias no son un impedimento para poder trabajar en conjunto por la paz. “Queremos conectar con lo mejor de nosotros, con nuestros Maestros, con Dios, con lo Sagrado y con las enseñanzas de los grandes Guías de la humanidad”, declararon.
El Centro de las Culturas es una organización no gubernamental surgida desde la corriente Humanismo Universalista que entre sus propuestas centrales “propone un diálogo no abstracto ni institucional entre culturas, sino el acuerdo en puntos básicos y la mutua colaboración entre representantes de distintas culturas, basándose en momentos humanistas simétricos”, según desarrollan en su sitio oficial www.centrodelasculturas.org.ar. La organización seguirá impulsando estos encuentros de convergencia entre culturas, religiones y espiritualidades a lo largo del año hasta el comienzo de la marcha planetaria.
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