sábado, 30 de abril de 2011

EL CONSEJO MUNICIPAL DE CULTURA RECUERDA A ERNESTO SÁBATO.


Mar del Plata. El Consejo Municipal de Cultura del Partido de General Pueyrredon manifiesta su profundo pesar por el fallecimiento de Ernesto Sábato. Este escritor, que hubiera cumplido 100 años el 24 de junio del corriente año recorrió con coherencia y lucidez la vida política de la Argentina y el Mundo del Siglo XX, participando en los momentos más aciagos con su pensamiento y su acción en defensa de los Derechos Humanos y de las libertades individuales.
Sus tres novelas: El Túnel (1948), Sobre Héroes y Tumbas (1961) y Abbadón El exterminador (1974) son el reflejo de la identidad de la Argentina en diferentes momentos históricos, así como sus innumerables ensayos y participaciones periodísticas, como explica al hablar de su segunda novela:
" Cuando decidí tomarlo para mi novela, no era, en modo alguno el deseo de exaltar a Lavalle, ni de justificar el fusilamiento de otro gran patriota como fue Dorrego, sino el de lograr mediante el lenguaje poético lo que jamás se logra mediante documentos de partidarios y enemigos; intentar penetrar en ese corazón que alberga el amor y el odio, las grandes pasiones y las infinitas contradicciones del ser humano en todos los tiempos y circunstancias, lo que sólo se logra mediante lo que debe llamarse poesía, no en el estrecho y equivocado sentido que se le da en nuestro tiempo a esa palabra, sino en su más profundo y primigenio significado".

Su muerte se produjo en su casa de Santos Lugares, allí donde el 21 de dieciembre de 1990 se casó por la Iglesia con Matilde Kusminsky Richter, quien era su compañera desde 1933 y con quien contrajo matrimonio civil en 1936 . La muerte de Matilde en 1998, lo había sumido en una profunda tristeza, su vida siguió hasta el día de hoy ligada a su recuerdo y a esa casa :
“Pues a medida que nos acercamos a la muerte también nos acercamos a la tierra, y no a la tierra en general, sino a aquel pedazo, a aquel ínfimo (¡pero tan querido, tan añorado!) pedazo de tierra en que transcurrió nuestra infancia, en que tuvimos nuestros juegos y nuestra magia, la irrecuperable magia de la irrecuperable niñez."

Hoy despedimos con dolor a esta personalidad de las Letras de la Argentina, quien recibió reconocimientos tales como el Premio Cervantes (1984),Premio Médicis de Italia(1977), Gran Cruz al Mérito Civil de España(1978) Título de Caballero de la legión de Honor de Francia(1978) ,Premio Gabriela Mistral de la OEA(1983), condecoración de la Orden de Boyacá de Colombia (1983) y tantas otras a nivel internacional y nacional . Más allá de su valiosa producción literaria, fue capaz de trazar un diagnóstico de la situación social y política de su tiempo y fue protagonista de la historia, sufriendo por ello la persecución y el exilio:
.”Cada mañana, miles de personas reanudan la búsqueda inútil y desesperada de un trabajo. Son los excluidos, una categoría nueva que nos habla tanto de la explosión demográfica como de la incapacidad de esta economía para la que lo único que no cuenta es lo humano". (Antes del fin)
"Aunque fui comunista activista, el anarquismo siempre me ha parecido una vía de conseguir justicia social con libertad plena. Y valoro el cristianismo del Evangelio. Este siglo es atroz y va a terminar atrozmente. Lo único que puede salvarlo es volver al pensamiento poético, a ese anarquismo social, y al arte."
“La formidable crisis del hombre, esta crisis total, está sirviendo al menos para reconsiderar los modelos. Y no es casualidad que en diferentes partes del mundo empiece a reivindicarse otro tipo de socialismo, más cercano a aquel que preconizaba Proudhon, o al que en nuestros tiempos han sostenido espíritus nobles y lúcidos como Mounier, entre los cristianos y Bertrand Russell, entre los agnósticos. [...] Un socialismo que respete la persona, que termine con la alienación y la sociedad de consumo, que termine con la miseria física pero también con la espiritual, que ponga la técnica y la ciencia al servicio del hombre y no, como está sucediendo, el hombre al servicio de aquellas. Un socialismo descentralizado que evite los pavorosos males del superestado, de la policía secreta y de los campos de concentración [...]”

Ha muerto Ernesto Sábato, su defensa de los derechos de la persona y su postura contraria a la política dictatorial lo validaron como presidente (designado por el Gobierno en 1983) de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP), que redactó el informe sobre los desaparecidos durante el régimen militar argentino (1976-1982).
Miembro de la Asociación de Personalidades por la Infancia y la Adolescencia de UNICEF y, desde 2003, presidente de honor de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, uno de los organismos humanitarios más antiguos de Argentina, impulsó la Fundación Sábato que desde 2002 combate la desnutrición infantil en su país, apoyada por diferentes Universidades y Gobiernos extranjeros, así como de la Casa-Museo que lleva su nombre y nació en 2006 en una antigua casona del Barrio de Palermo, cedida por el Ejecutivo argentino.
Son muchas las imágenes y las palabras que parecen apropiadas para hacer un tributo a su memoria, quizás y humildemente lo mejor sea elegir las suyas para hacer este homenaje y recordarlo por siempre:

“Lo he dicho en otras oportunidades y lo reafirmo: la búsqueda de una vida más humana debe comenzar por la educación. La mayor nobleza de los hombres es la de levantar su obra en medio de la devastación, sosteniéndola infatigablemente, a medio camino entre el desgarro y la belleza...lEs verdad que la naturaleza humana va transformando los rasgos, las emociones, la personalidad. Pero es la cultura la que le da forma a la mirada que ellos van teniendo del mundo.”
Ernesto Sábato (1911-2011)

0 comentarios: