jueves, 10 de septiembre de 2009

Indígenas peruanos detienen dos proyectos petroleros.


Etnias de la amazonia peruana agrupadas en una organiza- ción indígena, acudieron a un tribunal para impedir proyecto de explotación de yacimientos petroleros que la francesa Perenco y la española Repsol tienen contemplado iniciar en la zona en que se produjeron los recientes incidentes con resultados de comuneros y policías fallecidos a causa de la represión gubernamental
Pressenza, Lima. Un enorme proyecto petrolero anglo-francés en la Amazonia peruana se encuentra en riesgo después de que los indígenas del país iniciaran una batalla legal para detenerlo.
AIDESEP, la organización que aglutina a los indígenas de la Amazonia peruana, ha presentado un recurso de amparo urgente ante el Tribunal Constitucional para detener el proyecto, en una parte de la Amazonia peruana conocida como “Lote 67”.
El proyecto pertenece a la empresa anglo-francesa Perenco, que prometió invertir 2,000 millones de dólares en el yacimiento. Pero AIDESEP teme que el proyecto pueda tener consecuencias catastróficas para los indígenas aislados que viven en la zona.
El recurso legal emprendido por los indígenas peruanos también alude a la empresa española Repsol-YPF, que realiza exploraciones cerca de esa zona, en donde la organización étnica ha colocado lanzas cruzadas como señal de prohibición de entrada al lugar.
Perenco recibió luz verde para comenzar a trabajar en el Lote 67 tan sólo 13 días después del “Tiananmen de la Amazonía”, cuando policías armados rompieron con violencia una protesta indígena cerca de la localidad de Bagua. Más de 30 policías y civiles murieron.
El presidente de la anglo-francesa Perenco, François Perrodo, negó la existencia de indígenas aislados en el Lote 67. En un reciente artículo de un periódico británico se puso al descubierto cómo una compañía contratada por Perenco había ocultado pruebas de su existencia.
El proyecto de Perenco ha suscitado gran indignación entre las comunidades indígenas del norte de Perú. Se han desarrollado protestas de grandes dimensiones, y durante varias semanas se bloqueó el río Napo para impedir que los barcos de Perenco entrasen en el Lote 67.
Survival ha expresado: “Es muy triste que los indígenas de Perú tengan que acudir a los tribunales para intentar que las petroleras y el Gobierno les escuchen. Tras la tragedia de Bagua, las autoridades prometieron consultar a los pueblos indígenas antes de seguir adelante con estos enormes proyectos, pero una vez más, actúan en contra de los deseos de la gente de la zona”.
Fuente: Corresponsal de Paz.

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