Los servicios ferroviarios y la refinación petrolera de Francia enfrentan hoy el segundo día de severas perturbaciones, en medio de una escalada en el conflicto entre los sindicatos y el gobierno por los planes del presidente Nicolas Sarkozy de elevar la edad jubilatoria.
Un día después de que más de un millón de trabajadores y estudiantes marcharan por todo el país en una jornada de huelga y protestas, las partes en conflicto permanecen firmes en sus posiciones en torno a la discutida reforma previsional que está a punto de ser definitivamente aprobada por el Parlamento.
El ministro de Trabajo de Sarkozy, Eric Woerth, insistió hoy en que la ley será sancionda y afirmó que el gobierno se mantiene "calmo, sereno y determinado" a implementar la reforma pese a la oposición popular.
Por su parte, con la basura que ya se acumula en calles de ciudades del interior y con quejas de la industria petroquímica por millonarias pérdidas debido a un paro en las refinerías, los sindicatos prometieron nuevas protestas.
Opositores a los planes de elevar la edad jubilatoria de 60 a 62 años convocaron a otra jornada de movilización nacional el próximo sábado, y el líder del sindicato CGT, Bernard Thibault, dijo que se buscaban "nuevas formas de presionar al gobierno", informó la agencia de noticias Europa Press.
En las protestas de ayer, las enésimas del año contra la reforma, participaron por primera vez los estudiantes universitarios y escolares, y entre 1,2 y 3,5 millones de personas salieron a las calles, según cifras dispares de sindicatos y fuentes policiales.
Sindicatos de todo el país comenzaron hoy a celebrar asambleas para decidir si declaran huelgas por tiempo indefinido en lugar de las protestas por un día que caracterizan la movilización gremial contra la reforma previsional desde septiembre pasado.
Gremios ferroviarios ya comenzaron con esta modalidad, y hoy funcionaba uno de cada tres servicios interurbanos de alta velocidad y cuatro de cada diez servicios regionales comunes, según informó la compañía nacional ferroviaria SNCF.
Los trenes internacionales permanecían sin ser afectados, y el tráfico aéreo en los aeropuertos parisinos volvió hoy a la normalidad tras la huelga de ayer.
Si las protestas continúan, Francia se enfrenta a una posible escasez de combustible por los trastornos en las refinerías de petróleo, la mayoría de las cuales ya comenzó a limitar su producción por una ola de huelgas en el sector.
Fuente: agencia Télam.
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