lunes, 24 de agosto de 2015

Las coreas prosiguen sus tensas negociaciones mientras refuerzan sus tropas

Los dos países continuaron por tercer día consecutivo las negociaciones en la Aldea de la Tregua de Panmunjom, buscando una salida a la crisis militar que las envuelve, aunque sin rebajar el tono de sus amenazas mutuas.

El principal escollo en las maratónicas reuniones -que abarcaron una intensa sesión de 10 horas el pasado sábado y una ronda iniciada ayer domingo que dura ya más de 24 horas-, es que el sur exige al norte disculpas por la colocación de una mina que hirió a dos de sus soldados, mientras Pyongyang rechaza tajantemente esta posibilidad.
El estado de alerta llevó a Pyongyang a movilizar a 50 de sus aproximadamente 70 submarinos -según informó Corea del Sur-, mientras Seúl apuró el regreso de seis de sus aviones caza que se encontraban en maniobras, según informó la agencia EFE.
Si bien no trascendieron detalles sobre el contenido del encuentro, se cree que ambas partes mantienen inflexibles sus posturas sobre los principales asuntos que desencadenaron la mayor crisis militar en dos años entre los vecinos de la península coreana.
Pyongyang exige a Seúl que apague los altavoces que emiten propaganda en la frontera contra el régimen de Kim Jong-un, pero la presidenta surcoreana, Park Geun Hye, rechazó poner fin a esa campaña de propaganda a menos que Corea del Norte se disculpe.
La mandataria continuó con la escalada verbal que caracterizó al conflicto desde su inicio la semana pasada y aseguró que Seúl "tomará las medidas correspondientes y continuará con las emisiones a través de altavoces".
Corea del Norte, no obstante, hasta ahora negó su implicación en el incidente de las minas y asegura que no disparó proyectil alguno, acusando a Seúl de haber inventado los hechos.
Durante las negociaciones de paz, por otra parte, ambos gobiernos no dejaron de exhibir músculo militar y lanzar advertencias y amenazas al otro.
Seúl y Washington están estudiando el despliegue de "activos militares estratégicos estadounidenses" en Corea del Sur, que podrían incluir, según fuentes militares citadas por EFE, un submarino con capacidad nuclear y el bombardero estratégico
subsónico de largo alcance B-52 Stratofortress, equipado con potentes bombas antibúnker, informó el Ministerio de Defensa surcoreano.
Ante la perspectiva de que este despliegue aumente la tensión, crece el temor de que Kim Jong-un lo considere una amenaza directa a su seguridad, lo que constituiría un nuevo obstáculo para las conversaciones de paz.
Corea del Norte calificó la situación actual como un "cuasi estado de guerra", y anunció que mantiene desplegado a su Ejército para el combate, mientras 20 lanchas de desembarco anfibio en aguas fronterizas con el Sur ya están listas, indicaron fuentes militares a la agencia surcoreana Yonhap.
La posibilidad de que se desate un conflicto depende del resultado de las maratonianas rondas de diálogo 2+2 protagonizadas por cuatro de los funcionarios más influyentes de Seúl y Pyongyang.
Norte y Sur permanecen técnicamente enfrentadas desde la Guerra de Corea (1950-53), que finalizó con un armisticio nunca reemplazado por un tratado de paz definitivo.
Como herencia de aquel conflicto, Estados Unidos mantiene 28.500 soldados en Corea del Sur y se compromete a defender a su aliado en caso de producirse un conflicto armado con el régimen de los Kim.
Fuente: Télam

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